miércoles, marzo 19, 2008

Anthony Minghella y "Cold Mountain".


Hace ya casi un año, el 18 de marzo de 2008, falleció a los 54 años el director británico Anthony Minghella. Exdirector del Instituto Británico de Cine (British Film Institute).

Dirigió a Juliette Binoche y Ralph Fiennes en la multipremiada cinta El paciente inglés, a Cate Blanchett, Gwyneth Paltrow, Jude Law y Matt Damon en El talentoso Mr. Ripley y nuevamente a Jude Law, al lado de Donald Sutherlandy tres excelentes actrices en El regreso a Cold Mountain (USA 2003), filmada en los cárpatos rumanos.

A pesar de las crudas escenas de guerra del inicio de Cold Mountain ¿cómo no recordar al Reverendo Monroe (Donald Sutehrland), el padre de Ada (Nicole Kidman) hablando con su hija sobre el amor? El Reverendo es un viudo optimista y solidario. Ada es huérfana de madre desde su nacimiento pero que ha vivido feliz al lado de su padre. Padre e hija van en su carruaje por el campo dialogando. Ada está enamorada, aunque apenas conoció a Inman, pero sufre porque su amado se fue a la guerra; su padre lo lee en sus ojos. Ada le pregunta a su padre: ¿cómo has podido vivir tantos años viudo? El Reverendo le contesta: "22 meses son suficientes para llenar toda una vida".

Inman (Jude Law), al ver el absurdo de la guerra, se convierte en desertor. Lo único que lo mantiene con vida es el sueño de regresar con su prometida Ada Monroe.

Cuando se ama de verdad, el amor lo puede todo. Una asustada y guapa mujer, Sara (Natalie Portman), que ha perdido a su esposo en la guerra, le ofrece a Inman hospedaje y comida. El desertor está muerto de hambre, cansado y solo desde hace meses ¿cómo negarse cuando Sara lo invita a pasar la noche a su lado? Con cuatro palabras: "Amo mucho a alguien". Es la mejor disculpa. Es un NO rotundo y decidido. Es un: he renunciado a todas las mujeres del mundo, porque he elegido a una y ella me ha elegido a mi. Sara le contesta: no quiero nada más que su compañía. Me siento muy sola y triste.

Lo que sorprende gratamente es la agudeza del director por su conocimiento de la diferencia entre un hombre y una mujer. ¡Cuánto se puede decir con tan pocas palabras y una excelente dirección y actuación! La mujer necesita más el afecto, no el sexo. El hombre es capaz de renunciar al sexo cuando ama de verdad. ¡Qué tristeza que Jude Law no parece que haya entendido esto en la vida real! ¿Debilidad humana? seguramente si.

Junto con la belleza y finura de Ada (Nicole Kidman), destaca la extraordinaria actuación de una Ruby (Renee Zelweger) campirana, rebelde pero sensata y con un gran corazón que es capaz de perdonar.

A pesar de una escena grotesca y otra con una sobredosis de erotismo, vale la pena verla con calma.