"Tan lejos... tan cerca!" ganó la Palma de Oro en Cannes y al Director Wim Wenders, le concedieron el Doctorado Honoris Causa por el contenido filosófico de su producción cinematográfica. En In Weiter ferne, so nah! aparecen varios personajes con sus nombres reales: Mijail Gorbachov, Columbo, Lou Reed, etc. Es una película lenta pero profunda, típicamente europea.
• ¿Qué ver y oír en ésta película?
Hay que ver… el color. Los ángeles aparecen siempre en blanco y negro y los hombres a colores.
Hay infinidad de elementos para analizar en esta cinta. Hay que ver la belleza de la ciudad y de Natasha Kinski, hija de otro gran actor, Klaus Kinski. Hay que ver la pluralidad de los actores: actúan dos norteamericanos, un actor y un cantante; un ruso, ex presidente; una italiana, la cirquera; mexicanos y franceses y los ángeles que comprenden al hombre, ahora resulta que son alemanes. ¿Será una respuesta saludable al complejo de culpa después del Holocausto? Todos iguales y distintos. Hay que ver las escenas más bellas de un circo.
Hay que ver y escuchar a Damiel hablando con su hijita en italiano… y a los demás en francés, inglés, alemán, ruso, italiano y español: todas las lenguas son una misma.
Las reflexiones en voz alta de los ángeles y de los actores. Las del expresidente ruso Mijail Gorbachov, representándose a sí mismo, dejan huella: “Nosotros intentaremos salvar al hombre con amor. Y entonces veremos qué pasa. Yo confío en la sangre y en que será construido un mundo de esperanza. ¿De común acuerdo? Es posible. Debemos hacerlo: la gente, los políticos, los filósofos, actores, obreros, campesinos, gobernantes, y toda la gente que esté de acuerdo con esto. Y si estamos de acuerdo en esto, todo lo demás es fácil.”
Al inicio los ángeles, Raphaela y Cassiel, hablan sobre los hombres: “"Ustedes, ustedes a quienes nosotros amamos. Ustedes no pueden vernos, no nos escuchan, nos imaginan tan lejos y estamos tan cerca… Somos mensajeros para acercar a quienes están lejos. Llevamos luz a la oscuridad. Somos mensajeros, llevamos la palabra al que se cuestiona. No somos la luz, no somos el mensaje, somos los mensajeros, no somos nada: ustedes lo son todo para nosotros".
Hay que ver… hay que verla.
• ¿Qué ver y oír en ésta película?
Hay que ver… el color. Los ángeles aparecen siempre en blanco y negro y los hombres a colores.
Hay infinidad de elementos para analizar en esta cinta. Hay que ver la belleza de la ciudad y de Natasha Kinski, hija de otro gran actor, Klaus Kinski. Hay que ver la pluralidad de los actores: actúan dos norteamericanos, un actor y un cantante; un ruso, ex presidente; una italiana, la cirquera; mexicanos y franceses y los ángeles que comprenden al hombre, ahora resulta que son alemanes. ¿Será una respuesta saludable al complejo de culpa después del Holocausto? Todos iguales y distintos. Hay que ver las escenas más bellas de un circo.
Hay que ver y escuchar a Damiel hablando con su hijita en italiano… y a los demás en francés, inglés, alemán, ruso, italiano y español: todas las lenguas son una misma.
Las reflexiones en voz alta de los ángeles y de los actores. Las del expresidente ruso Mijail Gorbachov, representándose a sí mismo, dejan huella: “Nosotros intentaremos salvar al hombre con amor. Y entonces veremos qué pasa. Yo confío en la sangre y en que será construido un mundo de esperanza. ¿De común acuerdo? Es posible. Debemos hacerlo: la gente, los políticos, los filósofos, actores, obreros, campesinos, gobernantes, y toda la gente que esté de acuerdo con esto. Y si estamos de acuerdo en esto, todo lo demás es fácil.”
Al inicio los ángeles, Raphaela y Cassiel, hablan sobre los hombres: “"Ustedes, ustedes a quienes nosotros amamos. Ustedes no pueden vernos, no nos escuchan, nos imaginan tan lejos y estamos tan cerca… Somos mensajeros para acercar a quienes están lejos. Llevamos luz a la oscuridad. Somos mensajeros, llevamos la palabra al que se cuestiona. No somos la luz, no somos el mensaje, somos los mensajeros, no somos nada: ustedes lo son todo para nosotros".
Hay que ver… hay que verla.
4 comentarios:
Hace poco vi la El Cielo sobre Berlín (Las Alas del Deseo) de Wim Wenders.
Me pareció interesante que en contratste con Tan Lejos, Tan Cerca, es una película más bien teológica -menos filosófica- pero igualmente centrada en el hombre. Los dos motivos por los que los ángeles prefieren ser hombres parecen ser el amor en dos versiones: en El Cielo sobre Berlín, es el amor entre un hombre y una mujer, y en Tan Lejos, Tan Cerca, el amor al género humano: la decisión de salvar a una niña.
Mientras la primera película se centra en el dilema de un ángel que desea ser hombre, la otra se centra en la vida de un hombre que fue ángel.
¿Es posible que se plantee una antropología no-filosófica sino teológica? ¿No se está centrando el director en las dos dimensiones principales para entender al hombre?
Saludos,
Excelentes tus comentarios cinematográficos. Realmente los dos films son diferentes en una continuidad temática, al igual que hay una continuidad geográfica (Berlín) en una discontinuidad histórica (caída del muro, "las ilusiones perdidas" de los berlineses). Ambas profundamente poéticas y densas. Un detalle: Klaus Kinski no fue director cinematográfico. Fue un inmenso actor alemán, el favorito de Werner Herzog.
¡Adelante, Luz María!
¡Gracias Casandra! por tus comentarios y por señalarme el error de Klaus Kinski. Es una de las entradas más viejas y no había reparado en el error. De verdad te lo agradezco. Saludos desde Guadalajara, México.
Me encantaron tus comentarios acerca de la película "Tan lejos, tan cerca" para mi es una de las más bellas y profundas películas que he visto en mi vida. Quizá los ángeles están más cerca de lo que creemos.
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