sábado, octubre 28, 2006

¿Babel?




Densa, como todas las películas de González Iñárritu. No deja indiferente a nadie. Las estrellas son parte del mismo mundo que los desconocidos. Brad Pitt dice que estará orgulloso de que su hijo sepa que actuó en Babel, lo que no sabe es cómo le va a explicar su actuación en las otras. Al parecer los personajes que se llevan las palmas son Chieko la japonesa y Amelia la mexicana.

DE DOS EN DOS:
Chieko y Amelia: La riqueza y la pobreza.
El antro japonés y la boda ranchera: frivolidad y alegría.
Chieko busca sexo para sentir amor, ya no para “saberse” amada. Cree que un contacto íntimo va a suplir el amor. Provoca al primo de su amiga. Van a un antro ¡y él la cambia por otra! En su desesperación busca al policía y la respuesta -con acciones- es de respeto y comprensión: eres mucho más que un objeto de placer.
Amelia vive sola y es feliz. Su vida son “los otros”, los niños que no son suyos, pero que son su vida. Su hijo y sus hijas, el sobrino y los parientes.
Soledad y amargura vs entrega y cariño. El sinsentido y el sentido de la vida: Chieko se quiere suicidar y Amelia arriesga su vida por unos niños.

Sin ruido, el antro es absurdo. La experiencia del mundo silencioso.

El maltrato a los ancianos y a Amelia a manos de sus compatriotas: ambos policías.

Abel y Caín. Al perversito Yusef, el dolor lo lleva al arrepentimiento.

La gratuidad del guía y el utilitarismo del gringo que aprende una lección.

El gobierno del país más poderoso, que se esperaba que ayudara y el pobre veterinario sucio que salva la vida y el matrimonio de Cate –Susan-.
Richard –Brad Pitt- huye al dolor, dejando sola a Susan y luego le echa la culpa.
Susan quiere una disculpa verbal. Richard no sabe o no puede hacerlo.
Richard la acompaña en su nuevo dolor y ella entiende por fin que Richard la ama.

DOS PREGUNTAS:
¿Lo que yo haga no afecta a nadie?... ¿O no me doy cuenta que afecta a todo el mundo?

MUCHOS EXCELENTES:
La fotografía.
La música.
Las actuaciones.
Los pocos diálogos. El silencio que habla por sí mismo.

UN COMENTARIO MÁS:
Las escenas de provocación de Cheiko, no incitan más allá que a la náusea y la pena por ella.

UNA CRÍTICA:
No viene al caso el ligue de Amelia con el ranchero. ¿Para qué? ¿Dónde conecta con algo del argumento? en fin, nadie es perfecto.


El silencio dice más que las palabras... yo me voy a pensar y te dejo hacer lo mismo.

1 comentario:

Juan Manuel Escamilla dijo...

Además trata un tópico que está muy de moda en el mundillo filosófico, el multiculturalismo. Amén del evidente trato al problema de la comunicación interpersonal.
Una película de mucha fuerza.
Ciertamente conmueve y remueve.
Tanto gusto y enhorabuena por el sitio.